05 Abr La Primera Experta
“Una mujer que fue autoridad en el tema de aire acondicionado. Orgullosa de sus labores domésticas, su pasión por el golf y su gran conocimiento sobre algoritmos y unidades térmicas”, así la definió el periódico New York Times.
Willis Carrier, quien hasta nuestros días es considerado símbolo del aire acondicionado y la refrigeración, contrató a Margaret Ingels en 1917, convirtiéndola en la primera mujer ingeniera de la empresa y primera mujer en recibir un título universitario, tras estudiar Ingeniería Mecánica en Estados Unidos.
Sus inicios en la industria del aire acondicionado tuvieron lugar en Pittsburgh, cuando encontró la oportunidad de trabajar junto a Carrier en el diseño de un ducto parabólico. Años después, en su autobiografía declararía: “Por supuesto que recuerdo ese proyecto, ya que nadie trabaja con el jefe y lo olvida”.
Ingels pasó seis años en el laboratorio de investigación de la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción y Ventilación (ASHVE, por sus siglas en inglés) y en 1930 se convirtió en miembro completo de ésta, organización a la que menos de una docena de mujeres han tenido el honor de pertenecer.
Como parte de su conocimiento y experiencia, también trabajó un par de años en la Comisión Especializada en Ventilación, de Nueva York. Durante ese periodo realizó estudios especiales acerca del efecto de las condiciones atmosféricas en el interior de las escuelas en niños de edad escolar.
En 1929 comenzó un nuevo rol en Carrier, ya que se convirtió en la candidata perfecta para mostrar a las mujeres los beneficios del uso del aire acondicionado en las casas. Con ello, se convertiría en especialista e impartiría seminarios al respecto.
Ingels solía abordar aspectos críticos en sus pláticas, como el beneficio del uso de calefacción dentro de los hogares con humedad, en contraposición al uso del aire seco. “Un sistema científico de hacer agua pronto será requerido en todo hogar bien equipado”, predijo. Poseía la habilidad de vender sistemas más allá del área residencial. En 1939, escribió: “Aire acondicionado (eventualmente), ¿por qué no ahora?”, destacando las ventajas económicas para la industria cinematográfica al instalar aire acondicionado.
Desarrolló una escala de temperatura efectiva, que permitió medir el nivel de confort al incorporar humedad y flujo de aire. Además de la biografía de Willis Carrier, escribió más de 45 documentos técnicos, así como un artículo sobre el importante papel de las mujeres estadunidenses en el campo de la ingeniería.
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